No conozco el autor de la misma, y vaya el agradecimiento por delante (copylove). Se trata de una flor que se denomina “snow flower”(flor de nieve).
A mi lo que me ha inspirado en este momento, es cómo en un espacio “tan duro” (no me refiero a su belleza sino a las condiciones) puede surgir algo tan autentico, bello, colorido y real, como esta flor.
Y qué pasaría si mi juicio no valorara estas condiciones como duras? Seguro que para la flor no lo son.
El juicio, la valoración nos lleva a la dicotomía de lo que consideramos “bueno-malo, mejor-peor, oscuridad-luz” , con el consiguiente rechazo a lo que valoramos como “malo, peor… ” ( voy a nombrarlo como “oscuro”) ; sin embargo, si nos abrimos a su vivencia, veremos que en la Oscuridad se puede dar la Luz, y en la Luz (lo que valoramos como bueno) se puede dar la oscuridad.
Por ejemplo, si yo considero que lo “bueno para mi, luminoso” es vivir en pareja, y rechazo no hacerlo; puede que en pareja me vaya muy bien, o puede que termine en la dependencia de la pareja, con lo cual estaré en la oscuridad; y si no lo valoro? Y me dispongo a vivir la experiencia de no estar en pareja? puedo descubrir las oportunidades que esta opción me brinda.. como la libertad, la interdependencia… y prepararme para vivir en pareja desde la no dependencia.
La Luz y la Oscuridad siempre van juntas! Van unidas, son complementarias! Desde la Luz se puede llegar a la Oscuridad y viceversa. En el equilibrio está su verdadero esplendor y en los desequilibrios el aprendizaje.
Y si vivimos las experiencias que nos trae la vida desde la disposición? Sin valoración, sin juicio… Abrirnos a lo que nos llega y crecer con ello, buscar la Luz.. al fin y al cabo, este es nuestro viaje en este espacio llamado “Tierra”, donde nos movemos en la dualidad, que sin embargo no tiene que ser dicotómica si nosotros no lo queremos.